Este hecho enfureció a una afición que desde hace muchos años pedía la dimisión de su presidente Mike Ashley dueño de la empresa británica Sports Direct. Mike tuvo sobre la mesa una oferta de 350 millones de € del grupo Bin Zayed para hacer realidad su deseo de vender el club pero al final no llegaron a un acuerdo ya que el británico se arrepintió a última hora y quería pedir más de lo establecido.