Supercopa, en el espacio de dos años el equipo logró alzarse con todos los trofeos del fútbol femenino italiano. En este partido no pudo llevar su habitual número 9 ya que estaba siendo usado por Gerrie Mühren, por lo que utiliza el número 14, algo en principio extraño, pues en los años 70 no existían las camisetas personalizadas y los números superiores al 11 estaban reservados a los suplentes.