Su pertenencia a la entidad blanca continuó hasta 1927 con la excepción de la temporada 1920-21, que nos lleva a uno de los episodios menos conocidos de su vida y motivo por el que no figura como integrante del club en ese período. Durante la citada temporada y tras llevar ya seis en el primer equipo, su gran amistad con el que fuera exjugador madridista y posteriormente presidente del Athletic Club (Sucursal de Madrid) Julián Ruete, tercera equipacion real madrid hizo que el jugador siguiese sus pasos para recalar en el equipo rojiblanco tras una discusión con la directiva madridista.