El tanto se produjo a un minuto del final de la prórroga, es decir, en el 119, tras haber finalizado con empate a un gol al final del tiempo reglamentario. Sin embargo, la alegría duró muy poco a los aficionados españolistas ya que el 8 de agosto de ese mismo año tuvo lugar uno de los sucesos más tristes en la historia del R. C. D. Espanyol.