Aguirre no confía en él y solo ha disputado cuatro partidos, tres como suplente. En esta época surgió el fenómeno del dandismo, en el que el culto a la belleza se llevaba al propio cuerpo: los dandis vestían ropa elegante, se preocupaban de forma excesiva de su imagen personal, les interesaba la moda y procuraban estar a la última en las novedades del vestir; les gustaban los complementos, tales como sombreros, guantes y bastones.