Las primeras temporadas del Monterrey en segunda división estuvieron llenas de incertidumbre y no fue sino hasta 1955-56 cuando conquistó el primer campeonato de su historia y el ascenso a la primera división. Trasladado de urgencia al Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, fue reanimado hasta por dos veces e ingresó en la Unidad Coronaria del centro donde fue sometido a un coma inducido para estabilizar sus constantes vitales.